Gente que sigue mi sonrisa...

9 abr 2014

Los pobres buenos son mudos, los ricos malos son los que los callan.

La vida se compone de buenos y malos, de pros y contras, de lobos y caperucitas. Ayer viendo un documental sobre cárceles de un país que no voy a decir por aquí, pude darme cuenta de las de cosas a las que le damos la espalda y de las que nos hacemos los sordos por el simple hecho de no estar viviéndolas nosotros. En estas cárceles, se sometían a los presos a vejaciones, debían desnudarse para comprobar que no llevaban armas u otro tipo de objeto prohibido, cosa que muchos comprenden por motivos de seguridad, pero yo no comparto, ya que creo que conlleva una pérdida de dignidad. Ayer, mientras veía este reportaje, sentí impotencia, porque todos aquellos presos -además de estar allí, en muchos casos por abuso de autoridad del juez- no pueden quejarse, no tienen voz, si reclaman lo que realmente les corresponde, los guardias podrían subirles la pena o hacerles algo mucho peor, que ni siquiera voy a escribir aquí porque me pone de mal humor solo pensar lo que pueden estar pasando mientras tú lees esto o yo lo escribo.
No somos conscientes de que mientras lees esto, ellos sufren, otros mueren de hambre, o familias viven en la calle pidiendo limosna. Nos enfadamos con  nuestros padres por ropa o móviles cuando otros solo piden comida o añoran la libertad de la que otros a veces abusan. Al terminar de leer esta entrada, seguramente cerraras todas las ventanas del ordenador y lo apagarás, quizás te da pena esto, pero sinceramente, creo que no  vas a tardar en volver a pedir todo eso sin lo que puedes vivir o esto va a caer en el olvido de tu cabeza mientras la situación de otros no mejora, sigue igual o empeora mientras tú te quejas por cosas sin valor. Es curioso, porque si nos pasara a nosotros pediríamos ayuda, pero cuando otros la piden, nos damos la vuelta y hacemos como si nada. La sociedad de hoy da asco. Y si no sois de ese grupo de personas que pasa por alto todas las necesidades de otras, perdonadme, pero la gran mayoría somos así. Quizás la semana que viene ya no recuerde esto, mientras estas personas lo pasan mal. El gobierno hace mil cosas a nuestras espaldas y nosotros hacemos como si nada, y todos somos conscientes de ello, pero eh, no importa eh, no va a cambiar nada, los malos seguirán siendo malos y viviendo bien y los buenos, seguirán siendo pobres y mudos ante los ojos de esta mierda de sociedad que constantemente se tapa los oídos cuando hablan.
Para nosotros, los raros son los pobres, porque desde nuestro punto de vista, lo normal es tener casa, móvil y ropa suficiente que llene nuestro armario. ¿Sabías que la salud es un privilegio hoy por hoy, cuando según los políticos y los altos cargos públicos la salud es pública y gratuita en muchos países? ¿Y nuestra dignidad, dónde queda? No sé como somos capaces de tirar comida porque no nos gusta o llorar porque ya no tenemos novio o porque quiero ese móvil que acaba de salir, pero es que estas personas pobres también son las que confeccionan ropa para marcas conocidas o móviles o muebles que usamos nosotros  y para lo que trabajamos.
Se suele decir que nunca se debe de perder la sonrisa, que hay que sacar la parte positiva ,etc y sí, pienso que todo tiene parte buena y quedaría bien que dijera que ellos a pesar de todo sonríen y valoran más las cosas que nosotros, pero eso significaría que están bien y que a pesar de todo esto sonríen y son felices y esto daría a entender que hacen bien valorando mucho esto y sí, está bien valorar lo que tenemos, pero es que nosotros no lo hacemos bien dejando pasar todas estas injusticias.
Podría llevarme toda la tarde, la noche y los días enteros hablando de esto sin que nada cambiara, pero espero que esto al menos, lo recuerdes dos semanas, que supongo que será más que lo que has recordado todo lo que ya sabes. ¿Cambiamos?

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