Sácame a bailar, recuérdame lo lejos que te lleva el va y ven de mis piernas al andar.
Cuéntame todas y cada una de las tormentas de mis ojos que pararías por verme sonreír y lo poco que te gustan mis mejillas húmedas.
Convenceme una vez más de que me quieres mucho mientras yo me pregunto si me quieres bien...
Por ti aprendí a leer entre líneas porque tras muchos te quieros he decidido quererme a mí, porque ya demostraste que las únicas líneas que te guían a ti son las curvas de cualquier tía con hambre de amor de una noche. Que demasiado me perdí entre tus palabras, cuando tú solo quisiste que me perdiera entre tus sábanas. No sé qué he aprendido de todo esto, si es que aún añoro tus manos bajando por mi espalda y a la vez te escribiría en la frente lo imbécil que puedes llegar a ser. A veces no entiendo a mi antigua yo, aún estoy tratando de encontrarme entre tantas heridas.
Me alegro de haberte conocido, pero no quiero volver a verte,
sólo quiero que me saques a bailar,
entre líneas y curvas,
entre mentiras y medias verdades,
entre tu boca y la mía,
pero esta vez,
sin cardenales...
María Penella.
Gente que sigue mi sonrisa...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas populares
-
He de confesar que nunca pretendi ser tuya, que le jure hace tiempo mi cuerpo a la luna. Qué gracia pensar que a estas alturas del papel ya...
-
Me hace gracia el mundo de hoy. Y os aseguro, que me rio por no llorar. Vivimos en un mundo en que luchamos por vencer trastornos alimentic...
-
Gracias, sólo por empezar a leer...me. Tras tantos intentos partiendo de la pregunta de ¿cómo empezar a dirigirme a vosotros? me armo de v...
-
Ya no quiero otra piel que no sea la tuya, ni más estaciones que no sea el otoño de tu iris. No quiero conocer más horizontes que el amanec...
-
Qué bonito encontrar en las letras refugio, cobijo y comprensión. Gracias a ellas he podido comprender, aprender y plasmar en un papel sent...
Hola :)
ResponderEliminarNo se si habrás vivido alguna experiencia así, pero yo si y te entiendo, duele pensar lo fácil que la gente dice te quiero sin hacerlo y solo con segundas intenciones. Duele que te hagan daño.