Julia.

Se llama Julia. Siempre pensó que merecía algo más, algo más de lo que ya tenía, que sinceramente, era poco. Decidió compartir su vida con la persona equivocada y a la que realmente no quería, ella misma se decía ''vamos Julia, tú vales más'' pero esas palabras no eran suficientes para calmar el dolor de todas las heridas que su marido le hizo. No hablo de heridas físicas, que también; hablo de heridas en el corazón, heridas en el alma, esas que por mucho tiempo que pase, te siguen doliendo como el primer día al recordarlas. No quería pintarse, ya no se sentía guapa, no quería salir, se hizo solitaria. Sí, era una víctima más de la violencia de género y sentía que su cuerpo era su celda; estaba atrapada en su propio cuerpo por el simple hecho de ser mujer.
Hoy por hoy, ser mujer o simplemente diferente a los demás es considerado una ''vergüenza'' por llamarlo de alguna manera. Y, sinceramente no me parece justo, durante años se nos a tratado como objetos, cuando hemos sido nosotras las que hemos traido bebés y familia al mundo, cuando nosotras hemos sido las que han tenido que resignarse a llevar una vida sin merecerla, simplemente por ser mujer y ser los hombres más corpulentos y fuertes que nosotras. Y ahora, ¿Te parece justa la historia de Julia, aunque no haya sido real sabiendo que hay mujeres sintiendo lo mismo?.

                                                                                                                                                       María

-Esta historia, es totalmente ficticia, cualquier semejanza con la realidad, es pura coincidencia.