Beber para recordar, no para olvidar

Hoy coso mi corazón con hilitos de alegría, celebro victorias y me río de las derrotas, saboreo hasta la última gota de ese gintonic y sonrío a cada tío que se quede mirandome a mí o a mi culo, quien sabe ya que miran esos a los que nadie entiende.
Me sigue sorprendiendo que tras tanto seamos nosotras las complicadas, pero ya he decidido que voy a tomar de todo menos decisiones por un tiempo, hoy me bebo hasta las copas de los árboles y ya no preparo zapatos planos en el bolso, he decidido ir descalza por la calle cuando mis pies se harten de tacones. Hoy voy a sonreír tan intensamente que hasta mi cerebro bailará. Ya me he cansado de tantos machotes, tantos te quiero y tantos buenos dias princesa, ahora quiero sentarme con las de verdad en la mesa más bonita del mejor bar de copas y reírme de cada estupidez, hoy solo quiero una copa y un brindo por nosotras. Mañana cuando me despierte en Dios sabe donde con la mayor resaca, tendré el enorme consuelo de que no es resaca para olvidar, sino resaca de recordar sin que duela. Y ésta, va por mí.

María