Gente que sigue mi sonrisa...

25 nov 2015

El continuo problema de la vida

Toda la vida buscándole un valor a la incógnita continua que a veces resulta la vida para resolver todos nuestros problemas y poder medir con una balanza la importancia de todo lo incontable.
¿Quién quiere más a quien? ¿De verdad quieres saberlo?...
Nos empeñamos en sumar momentos que van restando segundos al contador del tiempo de nuestras vidas y no nos damos cuenta de que no podemos vivirlo todo aunque a veces queramos dividirnos y que se multipliquen todos por cero.
Sí, exactamente eso. Dejar de buscar nuestras raíces en otra persona y dejar de buscar nuestra otra mitad ¡no podemos elevarnos al cuadrado! aunque si por mi fuera me elevaría a la esfera... terrestre.
A veces todo resultan ser ecuaciones sin solución y quizás la única constante sea el tiempo que como ya he dicho siempre resta.
¿Por qué ese miedo a los números periódicos? ¿Tenemos miedo a no ver el final?
Puede que la solución a todos nuestros problemas esté en nuestras propias raíces, nuestros principios y valores, aunque estos no sean un número exacto.
No podemos resolver lo irresoluble, señoras y señores...
Perseguimos una fórmula maestra que nos solucione la vida cuando somos nosotros los que decidimos cada día ser negativos. ¡No vemos que podemos situarnos a la derecha del cero por una vez, joder!
Así que dime tú, sin basarte en el famosos triángulo de Pitágoras
¿Dónde estás si no es en la solución?

María Penella

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